viernes, 28 de diciembre de 2007

Teoría de la Contingencia. DURANTE

La Teoría de la Contingencia propone que no existen principios universales.
De acuerdo a este enfoque existen modelos y teorías apropiados para situaciones específicas y que no funcionan para otras.
El problema está en conocer bajo qué parámetros una decisión ayuda a obtener los resultados esperados. De aquí que esta teoría otorgue gran importancia a la estructura de las organizaciones. Sin embargo, plantea que no existe ninguna estructura ideal.
Se atribuye la propiedad intelectual de este enfoque a Lawrence y Lorsh (1967), aún cuando son varios los autores y los estudios que han aportado a esta corriente.
Galbraith sostiene como principales postulados para la Teoría de la Contingencia:
No hay una mejor forma de organizar.
Ninguna forma de organizar es igualmente efectiva.
El periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial estuvo influenciado por la teoría de las relaciones humanas hasta mitad de los años sesenta, y por la teoría de la contingencia, que cobraba fuerza hasta entrados los años setenta. Los aportes teóricos de esta corriente se incorporaban con gran rapidez a los estudios de la teoría de la administración.

Es necesario dos pasos según (Bueno Campos, 1996), el primero, estudiar a la organización desde una perspectiva Macroorganizativa, es decir, del diseño estructural y Microorganizativa desde el comportamiento, procesos y funciones; el segundo, identifica las variables contingenciales.

Estas variables son:

• La Tecnología: "se refiere a la suma total de conocimientos de los que disponemos sobre la manera de hacer las cosas, incluye eventos, técnicas, diseño, producción, procesos y tareas", esta variable según los estudios realizados por los teóricos contingentes influye directamente en la base operativa de la empresa, la División del trabajo, conformación de jerarquías y los procesos funcionales, los cuales varían según el tipo de organización.
• El Tamaño: el grupo ASTON realizo trabajos a 52 organizaciones y determinó que la variable que afecta "la estructura, es el tamaño y no la tecnología", ya que la influencia de la dimensión en la empresa determina las unidades organizativas y la complejidad de la estructura.
• La Antigüedad: la edad de la organización influye en el diseño, funciones y la formalización de la organización. Esta variable conjuntamente con la de tamaño afectan en gran medida a la dirección intermedia y al staffs directivo, lo cuales son esenciales para que se cumplan con efectividad los procesos de la organización.
• El Poder: condiciona la actuación y el proceso de toma de decisiones depende de donde se situé la variable, es decir, si es externa o interna.
• La Propiedad: puede considerarse un elemento del poder pero dada su relevancia se estudia como una variable aparte, esta determina la actuación y el diseño de la organización, tiende a afectar directamente a la alta dirección.
• La Cultura: son "los valores, creencias, el estilo de liderazgo, las normas formales e informales, los procedimientos y las característica generales de los miembros de la empresa", esta variable condiciona el diseño y los resultados de la institución, nos comenta (DAVEMPORT, 1997) que la cultura vista desde una perspectiva ecológica establece los procesos de funcionalidad y recoge los estilos de comunicación.
• El Entorno: es el contexto en que actúa la organización el cual "representa aquel que se adaptará" (CHUN, 1999, p. 6) o desaparecerá del mercado, esta variable nos explica (GOLDHABER, 1991) que estudia la conversión de las entradas (input) y salidas (output) y las transacciones entre la empresa con el entorno.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Autoorganización. DURANTE

¿Qué es la auto-organización?
La autoorganización es un proceso en el que la organización interna de un sistema, generalmente abierto, aumenta de complejidad sin ser guiado por ningún agente externo. Normalmente, los sistemas autoorganizados exhiben propiedades emergentes.
La autoorganización es objeto de estudio interdisciplinar, pues es una propiedad característica de los
sistemas complejos, ya sean éstos matemáticos, físicos, químicos, biológicos, sociales o económicos.

Historia de la idea
Los antiguos
atomistas creyeron ya que, dadas unas condiciones espaciales y temporales suficientes, la autoorganización de la materia había aparecido como un producto natural necesario. Aristóteles añadió las causalidades formal y final para explicar las formas en las que recurrentemente se organiza la materia en el mundo natural. La introducción de una inteligencia divina a partir de la escolástica para dar cuenta de las formas naturales hizo prácticamente desaparecer a las teorías de corte inmanentista hasta el siglo XIX. La Naturphilosophie, partiendo de ciertos pasajes de la Crítica del Jucio de Kant volvió a hablar de las "leyes universales de la forma". Sus ideas cayeron en desuso hasta los albores del siglo XX, con la obra de D'Arcy Wentworth Thompson.
El término "autoorganización" fue introducido por vez primera por
Emmanuel Kant en la Crítica del juicio y recuperada en 1947 por parte del psiquiatra e ingeniero W. Ross Ashby. El concepto fue pronto utilizado por los cibernetistas Heinz von Foerster, Gordon Pask, Stafford Beer y el propio Norbert Wiener, en la segunda edición de su "Cybernetics: or Control and Communication in the Animal and the Machine" (MIT Press 1961). El concepto de "auto-organización" fue adoptado por todos aquellos asociados a la teoría de sistemas en la década de 1960, pero no se convirtió en un lugar científico común hasta su adopción por parte de los físicos y, en general, de los investigadores de sistemas complejos en las décadas de los setenta y ochenta.

Ejemplos de autoorganización

Autoorganización biológica:
Filotaxis de hojas opuestas
*Desde el trabajo de
Turing, la filotaxis se ha convertido en un ejemplo clásico de patrón resultante de un proceso autoorganizativo.

Autoorganización política:
*La
política de lo directo pone énfasis en que las soluciones en cuestiones éticas, económicas, tecnológicas, etc., deben partir de los propios interesados o intrínsecamente afectados por un asunto, y tener en consideración primordial las relaciones humanas directas y las personas en concreto, creando así mecanismos de interacción directa, que son la base del anarquismo el cual busca que las personas obtengan poder directo sobre su vida.
Con un desenvolvimiento de las diversas relaciones humanas de los seres individuales y colectivos de forma autónoma, es decir desarrollando por su propia cuenta (directamente) su potencial de determinación, asociación, etc., carecen de la necesidad de factores de dirección externa a los interesados.