Eduardo Galeano es un montevideano nacido en 1940 con una larga carrera dentro del mundo periodístico, premiada en diversas ocasiones. En este libro pretende y consigue demostrar que el mundo está "al revés" y que el comportamiento humano no sigue la lógica "humana" y ni siquiera la "animal" en miles de casos, premiando al "malo" y castigando al "bueno", los que deberían hacer algo, hacen justo lo contrario, lo valioso se minusvalora y lo absurdo se adora...
El libro es una guía de las barbaridades que el género humano es capaz de cometer. Por supuesto, no es una guía completa, porque para ello harían falta, por desgracia bastantes libros como ese. Es, en definitiva, una guía para aprender a mantener el "mundo al revés".
Puede dar la sensación de que el autor es un poco exagerado y poco parcial. No obstante, antes de hacer esa afirmación se debe hacer un examen de la parcialidad personal, porque antes de juzgar es bueno y necesario ponerse en el lugar de todas las partes y, especialmente de los que más sufren para entender su sufrimiento.
Al principio del libro se exponen unas palabras de Al Capone, uno de los mafiosos más famosos de toda la Historia de Estados Unidos: "Hoy en día, ya la gente no respeta nada. Antes, poníamos en un pedestal la virtud, el honor, la verdad y la ley... La corrupción campea en la vida americana de nuestros días. Donde no se obedece otra ley, la corrupción es la única ley. La corrupción está minando este país. La virtud, el honor y la ley se han esfumado de nuestras vidas."
Según Galeano "la economía mundial es la más eficiente expresión del crimen organizado. Los organismos internacionales que controlan la moneda, el comercio y el crédito practican el terrorismo contra los países pobres, y contra los pobres de todos los países, con una frialdad profesional y una impunidad que humillan al mejor de los tirabombas. (...) Los pistoleros que se alquilan para matar realizan, en plan minorista, la misma tarea que cumplen, en gran escala, los generales condecorados por crímenes que se elevan a la categoría de glorias militares. (...) Los violadores que más ferozmente violan la naturaleza y los derechos humanos, jamás van presos. Ellos tienen las llaves de las cárceles. En el mundo tal cual es, mundo al revés, los países que custodian la paz universal son los que más armas fabrican y los que más armas venden a los demás países; los bancos más prestigiosos son los que más narcodólares lavan y los que más dinero robado guardan; las industrias más exitosas son las que más envenenan el planeta; y la salvación del medio ambiente es el más brillante negocio de las empresas que lo aniquilan. Son dignos de impunidad y felicitación quienes matan la mayor cantidad de gente en el menor tiempo, quienes ganan la mayor cantidad de dinero con el menor trabajo y quienes exterminan la mayor cantidad de naturaleza al menor costo."
Eduardo Galeano critica la ligereza y el partidismo con el que se usa el término "libertad de comercio".
Este libro plantea que en muchos casos y en ciertos países las cárceles están llenas de presos por ser pobres o por actos a los que la pobreza les empuja, mientras los que mantienen esa pobreza no sufren condena.
Contra la hipocresía de los países ricos también arremete, especialmente contra los grandes vendedores de armas, principalmente "Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Rusia.
En el capítulo "Lecciones contra los vicios inútiles" critica un mundo en el que "El trabajo es el vicio más inútil.
En el capítulo "Clases magistrales de impunidad" se revelan algunos de los casos más escandalosos de este mundo al revés.
En otro capítulo, "La impunidad de los cazadores de gente", advierte que "no es negocio asesinar con timidez.
Para terminar, el libro reivindica "El derecho al delirio", el derecho a soñar con un mundo mejor, aunque posiblemente eso no sea posible. Podemos elegir algunos versos de ese sueño:
* "en ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo;"
* "los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo, ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas;"
* "el mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra;"
* "nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión;"
* "los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle;"
* "la educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla;"
* "la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla;"
* "la justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda;"
* "la Iglesia también dictará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: «Amarás a la naturaleza, de la que formas parte»;"
El libro termina diciendo que se terminó de escribir en agosto de 1998 y que para saber cómo continúa basta con seguir las noticias de cada día. Y efectivamente, así es.
1 comentario:
Muy bien. La entrada es correcta.
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